Ahí estaba, con el corazón a punto de salírsele del pecho, sabiendo lo que podía perder y con la disposición de hacerlo sin pestañear en caso de ser necesario.
Ahí estaba, con el corazón a punto de salírsele del pecho, sabiendo lo que podía perder y con la disposición de hacerlo sin pestañear en caso de ser necesario.