Laterales. Día 104

Una mañana, Pablo se despertó con dolor de cuello.

Le dolía tanto al girar la cabeza que no podía moverlo, sólo podía mirar al frente.

Al principio no le pareció mucho problema. «En la vida hay que mirar al frente».

Pero a lo largo del día, fue dándose cuenta de la cantidad de cosas que se perdía por no poder girar la cabeza.

No veía a sus compañeros de trabajo, no sabía quién estaba a su lado en el autobús, no veía si venían coches en un cruce, no podía hablar normal con los que tenía al lado, no podía seguir el vuelo de un pájaro ni buscar el final del arcoiris…

Pablo echaba de menos mirar a los lados y entretenerse de vez en cuando observando las ramas de los árboles moverse con el viento desde su ventana.

Cuando recupero la movilidad Pablo ya sabía que en la vida hay que mirar al frente, sí, pero también a los lados y hacia atrás. Porque para coger fuerzas, para estar listos, para conocer más, para disfrutar, para VIVIR, no basta solo con mirar al frente.

 

5 Comments

  1. Elisa muchas gracias por compartir cada día una historia. Espero impaciente cada noche la llegada de unas nuevas letras … enhorabuena por tu iniciativa!! Besos

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