¡Qué ilusión le hizo recibir aquel regalo!
Es verdad que era algo muy simple y que ella ni siquiera celebraba Navidad pero aquella mujer, le entregó la flor de pascua y la felicitación dedicada con tanta emoción y alegría en la mirada que el valor del regalo se multiplicó por mil automáticamente.
SI DAS, RECIBES. BESOS.
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