Miró a su alrededor y no había ninguna luz. Empezó a inquietarse, yo diría que incluso a asustarse. Aceleró el paso más y más hasta que miró hacia arriba y vio como la luna y un manto de estrellas estaban protegiendo cada uno de sus pasos. Respiro y continuó su camino con paso firme y calmado.
Qué sustos a veces, ¿verdad?
Me gustaMe gusta