Después de quejarse durante horas alguien preguntó:
-¿Y qué podemos hacer?
A lo que contestó muy seriamente:
-No sé, yo solo quería quejarme.
Dio media vuelta y salió de la habitación con más ligereza que una pluma.
Después de quejarse durante horas alguien preguntó:
-¿Y qué podemos hacer?
A lo que contestó muy seriamente:
-No sé, yo solo quería quejarme.
Dio media vuelta y salió de la habitación con más ligereza que una pluma.