Fin del reto. Día 365

Hace no mucho tiempo, un año exactamente, Elisa empezó un reto que no creía poder mantener. Se embarcó en esa aventura sin pensarlo demasiado, si lo hubiera hecho seguramente no habría comenzado. Afortunadamente, no dejó espacio a las dudas y se comprometió a hacerlo.

Ciertamente hubo momentos buenos, momentos de auténtica desmotivación, momentos sin internet, momentos de fantasía, momentos de enfermedad y otros muchos que pudo compartir día a día con quiénes quisieron formar parte de su vida.

Llegado el final de la aventura, sólo quedaba agradecer de corazón a quienes la animaron a continuar pese al desánimo, la falta de tiempo y la falta de inspiración (que se hizo presente en muchas ocasiones) y continuar su camino sabiendo que había sido capaz de cumplir esta creativa misión.

¡MIL GRACIAS POR ESTAR AHÍ! 😘😘😘