Fue ponerse sus zapatos y la visión que tenía del mundo cambió por completo. Lo mejor y más curioso fue que al volver a su propio calzado, su visión ya no era la misma, se había ampliado y enriquecido con matices.
Fue ponerse sus zapatos y la visión que tenía del mundo cambió por completo. Lo mejor y más curioso fue que al volver a su propio calzado, su visión ya no era la misma, se había ampliado y enriquecido con matices.