Una gran historia. Día 1.

Ayer fue el Día Internacional de la narración Oral. Este cuento, que inaugura mi reto, va para cuentistas, cuenteros, cuenteras, contadores y contadoras que hacen volar las historias con vida propia. MUCHAS GRACIAS POR DEJARME VOLAR CON VOSOTROS/AS.

Una gran historia.

Marta iba de excursión por la montaña. Como siempre, con la cabeza llena de ideas y pensamientos y como siempre, sin prestar atención a los demás. El problema es que Marta no conocía el camino. Comprendió esto, cuando al llegar a un cruce de senderos vio que estaba completamente sola.

Nunca le había gustado estar con gente pero en aquel momento habría dado lo que fuera por ver a cualquiera de su grupo. Incluso a Pedro, aunque no dejara de gastarle bromas que a ella no le hacían ninguna gracia.

Esperó un buen rato, pero empezaba a tener hambre y allí no llegaba nadie. Decidió tirar una rama al alto y dejar que fuera el bosque quien le indicara el camino. Haciendo caso a la rama, comenzó a andar por el sendero.

Anduvo durante horas, el camino se hacía cada vez más oscuro y complicado. Cruzó riachuelos que le parecieron ríos y saltó matorrales que habría jurado montañas.

Cuando ya no le quedaban fuerzas se dejó caer al suelo. Desde allí, le pareció ver un claro en el bosque donde se intuía una figura humana. Corrió con todas sus fuerzas. Al llegar se sorprendió al ver que no era una persona sino una estatua de mármol con forma de mujer y justo delante de ella, una fuente preciosa con inscripciones por toda la superficie.

Tras pensarlo detenidamente, Marta decidió que no podía seguir andando sin rumbo y que este era un buen lugar para pasar la noche. Sacó de su mochila ropa de abrigo para hacerse una cama, unos frutos secos y su vaso plegable de exploradora para tomar agua de la fuente.

Cuando fue a beber, su vaso no se llenó de agua sino de letras. A su asombro, se sumó un susto de muerte cuando la estatua empezó a hablar. Esta le explico que se encontraba ante la fuente de todas las historias. Los caminantes que la encontraban bebían de ella una historia que luego transmitían a los demás y esta viajaba de boca en boca, de oído en oído hasta que ya nadie recordaba quien la había contado por primera vez. Marta, orgullosa de ser una de las elegidas para propagar historias, bebió de su vaso saboreando cada letra, cada punto y cada coma. Al terminar cayó en un profundo sueño como el de aquellas princesas que salieron de esa misma fuente una vez, hace mucho, mucho tiempo.

Se despertó al oír gritos. Escucho con atención; gritaban su nombre. La estaban buscando. Recogió todo rápidamente y salió en dirección al sonido. No había dado ni tres pasos cuando se volvió para comprobar que allí no había estatua ni fuente pero Marta sabía que no había sido un sueño. Ahora, tenía una gran historia que contar.

6 Comments

  1. Reblogueó esto en AventArtey comentado:
    Hoy queremos presentaros un nuevo blog que acaba de aparecer en este mundillo virtual. Se llama «Calendario de historias» y su autora es nuestra «becaria honorífica», Elisa y ha surgido de un reto: cada día una historia. ¡Promete estar interesante!!! Leamos sus primeras letras…

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